lunes, 27 de enero de 2014

LA LECTURA EN VOZ ALTA ( III )


Para que se produzcan la «comunicación basada en la lectura» y de verdadera «lectura expresiva» se han de cumplir una serie de requisitos que pasamos a describir. 
Antes de la lectura
  • Pensar en los destinatarios, en si les va a interesar el texto, en sus características, en su capacidad de escucha y sus hábitos de atención y comprensión (¿entenderán el lenguaje, la trama, los conceptos básicos?).
  • Si el lector lee un texto es porque desea comunicar «algo» a un auditorio. Sólo se puede transmitir un mensaje si el lector ha tenido tiempo suficiente para «adueñarse» del texto. Para ello se le dará la oportunidad de bucear en su contenido, tratando de resolver todas sus dudas de comprensión y de encontrar su modo personal de poner el texto al alcance de los oyentes.
  • Si el lector no comprende el texto de un modo global ni conoce el significado de sus palabras clave, estará incapacitado para realizar una lectura auténticamente eficaz.
  • No sólo se deberá tener en cuenta la entonación lingüística (marcada por los signos ortográficos, por ejemplo, las interrogaciones y exclamaciones) sino también la entonación emocional (las frases se entonan sobre todo en función de su contenido semántico).
  • La lectura en voz alta requiere un gran esfuerzo mental y psicológico al lector porque le sitúa ante el «riesgo» de ser entendido, pero también ante la posibilidad de ser cuestionado por su estilo y por la calidad de su oralización.
  • El lector debe disfrutar (en lo intelectual, recreativo o ideológico) con el texto que va a comunicar; de lo contrario su lectura resultará violenta y poco espontánea. Si no disfruta leyendo, el público lo percibirá y se sentirá incómodo y acabará desconectando.
  • Antes de la puesta en escena de la lectura se realizarán varios ensayos ante un pequeño público de confianza que sabrá escuchar con calidez y que criticará constructivamente.
  • Grabar estos ensayos y escucharlos autocríticamente para analizar fallos de pronunciación, entonación, ritmo, etc.
  • Se realizarán ejercicios de relajación para conseguir un tono corporal sereno y equilibrado.
  • Se creará un clima apropiado captando la atención y el sosiego de los oyentes mediante, por ejemplo, una música relajante, una modulación de la luz (reduciendo la luminosidad de la sala, excepto un foco no excesivamente potente enfocado hacia el lugar en el que se situará el lector).
  • Generar expectación entre los oyentes mediante una introducción breve pero incisiva y sugerente que les haga sentir que están ante una ocasión privilegiado de disfrutar de la palabra hablada.
FUENTE: KEPA OSORO

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