jueves, 9 de mayo de 2019

LA OTRA EUROPA


En la mitología griega Europa era una joven fenicia de Tiro que terminaría dando su nombre al continente europeo. Hay distintas variantes en la mitología diferentes sobre cómo llegó Europa al mundo griego: en el más familiar fue seducida por el dios Zeus transformado en un toro blanco, quien la llevó a Creta sobre sus lomos a Creta. Aquí tenéis esa versión.



El rapto de Europa, Pedro Pablo Rubens
1628 - 1629. Óleo sobre lienzo, 182,5 x 201,5 cm.



Europa era hija de Agenor y Telefasa. En una ocasión la joven jugaba con sus compañeras en la playa de Sidón donde reinaba su padre, cuando Zeus la divisó y quedó maravillado por su belleza, por lo que se prendó de ella. 
Como Zeus no podía presentarse ante la joven con su apariencia divina, se transformó en un hermoso toro blanco que tenía cuernos parecido al creciente lunar, y fue a rendirse a los pies de la bellísima doncella.


Al verlo la joven en un primer momento se asustó, pero luego fue venciendo ese temor inicial, empieza a acariciarlo en el lomo al maravilloso animal y decide por último montar en él. Zeus que esperaba esta acción de Europa, inmediatamente se levantó y partió hacia el mar.

Europa gritaba y se aferraba con fuerza a los curvados cuernos, pero Zeus no se detuvo, se adentró en las olas y se alejó de tierra, hasta llegar a Creta. Los hermanos y la madre de Europa salieron en su búsqueda desesperados  pero no dieron con ella.

En Gortina, Zeus logra su cometido y se une con Europa cerca de una fuente y unos plátanos que, bendecidos por haber presenciado el divino acto de amor, nunca más volvieron a perder sus hojas.

De esta unión nacieron tres hijos: Minos, Sarpedón y Radamantis. Pero Zeus no podía quedarse con su bella Europa, por lo que para recompensarla le da tres regalos. El primero es Talo el autómata, que era de bronce y cuidaba las costas de Creta contra los desembarcos extranjeros. El segundo fue un perro que nunca fallaba en la cacería y siempre lograba atrapar a sus presas. Por último, le entregó una sorprendente jabalina que siempre y sin excepción acertaba en el blanco elegido.

En reconocimiento a ese amor y en vista de que no podía permanecer con ella, Zeus logró que Europa contrajera matrimonio con Asterión, quien al no tener hijos, adoptó a los de Zeus.

Cuando Europa murió le fueron concedidos los honores divinos y el toro que había sido la forma en que Zeus había amado a Europa fue convertido en constelación e incluido en los signos del zodíaco.

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