
Pese al marco en el que
se desarrolla la trama, Las golondrinas de Kabul es una novela con clara
vocación universal, que rehuye los estereotipos en los que puede incurrir
incluso alguien que, como Yasmina Khadra, ha padecido en primera persona la
irracionalidad del integrismo islámico. Todas las cuestiones clave de la
opresión se dan cita en Las golondrinas de Kabul; desde la banalización del mal
hasta el poder aterrador del sacrificio, pasando por la histeria de las masas,
las humillaciones, las ejecuciones crueles en forma de lapidación, la sombra de
la muerte y, sobre todo, la soledad cuando sobreviene la tragedia. Pero siempre
dejando un fleco a la esperanza y al ingenio humano capaz de utilizar los
aditamentos de esa sociedad represiva para escapar de ella.
FUENTE: LECTURALIA.COM