sábado, 12 de junio de 2010

EL RETRATO DE DORIAN GRAY


Que Oscar Wilde era un genio que desgranaba con una facilidad pasmosa las miserias del ser humano no vamos a discutirlo y es por ello que su obra cumbre se ha intentado llevar al cine en multitud de ocasiones, siendo la versión de Oliver Parker que nos ocupa la enésima intentona.

Dorian Gray (Ben Barnes) es un atractivo aristócrata que regresa a su Londres natal tras pasar la adolescencia aislado en el campo. Abrumado por la vida nocturna londinense, Dorian se sumerge en ella de la mano de Lord Henry Wottom (Colin Firth), quien le muestra los lugares más recónditos y peculiares de la capital inglesa.Dorian pronto comienza a obsesionarse con alcanzar la eterna juventud. Un retrato suyo pintado por Basil Hallward (Ben Chaplin) se convertirá en un recordatorio palpable de sus graves faltas con el paso del tiempo. A diferencia del resto de los mortales, el apuesto Dorian permanece impasible al sucederse los años y es el retrato en cambio, el que envejece y asume su degradación física y moral…
Sin pretender entrar en la conocida controversia de libro o película, si hemos de deciros que hay notables diferencias entre la obra de Oscar Wilde y esta última versión cinematográfica y, como anticipo, deciros que El Dorian Gray que ha creado Oliver Parker es más sexual que el original, la película remarca en demasía sus excesos y fetiches sexuales dejando de lado la frialdad de las atrocidades y perversiones que Dorian Gray realizara en la historia de Oscar Wilde. Muchas otras diferencias podréis descubrirlas vosotros leyendo este clásico de la literatura.

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