sábado, 14 de noviembre de 2015

DÍA DE LA TOLERANCIA


El 16 de noviembre de 1995, los países miembros de la UNESCO adoptaron una Declaración de Principios sobre la Tolerancia. La Declaración afirma, entre otras cosas, que la tolerancia no es indulgencia o indiferencia, es el respeto y el saber apreciar la riqueza y variedad de las culturas del mundo y las distintas formas de expresión de los seres humanos. La tolerancia reconoce los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los otros. La gente es naturalmente diversa; sólo la tolerancia puede asegurar la supervivencia de comunidades mixtas en cada región del mundo.

Un año después de esta declaración, la Asamblea General invitó a los Estados Miembros a que cada año, en esa misma fecha, se observara el Día Internacional para la Tolerancia con actividades dirigidas tanto a los centros de enseñanza como al público en general.

“La tolerancia es el cimiento más firme de la paz y la reconciliación y nunca ha tenido tanta importancia como en esta época, en la que vivimos cambios vertiginosos” así lo resalta el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon en su mensaje de este año y llama a todos a fomentarla, promoviendo la comprensión y el respeto entre todas las culturas, desde los parlamentos a los patios de recreo en las escuelas.

“En este Día Internacional para la Tolerancia, hago un llamamiento a todos los pueblos y gobiernos para que combatan activamente el miedo, el odio y el extremismo con el diálogo, la comprensión y el respeto mutuo. Luchemos contra las fuerzas de la división y unámonos en pos de nuestro futuro común”.

La Declaración describe la tolerancia no sólo como un deber moral, sino como un requerimiento político y legal para los individuos, los grupos y los Estados. Sitúa a la tolerancia en el marco del derecho internacional sobre derechos humanos, elaborados en los últimos cincuenta años y pide a los Estados que legislen para proteger la igualdad de oportunidades de todos los grupos e individuos de la sociedad.

La injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son formas comunes de intolerancia. La educación es un elemento clave para luchar contra estas formas de exclusión y ayudar a los jóvenes a desarrollar una actitud independiente y un comportamiento ético. La diversidad de religiones, culturas, lenguas y etnias no debe ser motivo de conflicto sino una riqueza valorada por todos.

FUENTE: DIARIOCOLATINO.COM

En un día como el de hoy marcado tristemente por una de esas formas de intolerancia, la violencia, parece más necesario que nunca hacer una llamada a la TOLERANCIA. 


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