martes, 24 de noviembre de 2015

MICRORRELATOS PARA LA REFLEXIÓN, MICRORRELATOS CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO


Rojo Bromo.






Desde que Papá se fue, Mamá ya no se pinta los labios con mercromina.



Terror Nocturno.

Autora: Lola Sanabria.



Cambió la cerradura de la puerta. Consiguió una orden judicial de alejamiento. Pero todas las noches, entra en sus sueños.




Listas II.

Autora: Elisa de Armas, del blog Pativanesca
Centro de atención a la mujer



Me acerco y anoto sus nombres: Leda, Penélope, Dafne, Dánae, Medea, Europa… Escuchamos sus relatos y, pese a nuestra dilatada experiencia, casi nos hacen llorar: violaciones, acosos, raptos, abandonos, explotación. Por primera vez se sienten protagonistas. Les buscamos plaza en distintas casas de acogida, les asignamos abogada, procuramos atención psicológica a las más afectadas, convocamos una manifestación de apoyo y nos comprometemos a reescribir sus historias en el tiempo más breve posible.


Monstruo.

Autor: David Figueroa, del blog Relatos en Línea



Estaba tan preocupada por los monstruos que imaginaba bajo su cama, que no se dio cuenta cuándo el príncipe con el que dormía se convirtió en uno.


El refugio de María.

Autora: Maite García de Vicuña, del blog Historias mayúsculas en porciones minúsculas



Los insultos, los golpes y los gritos volvían a empapelar la casa. María, tapándose los oídos, fue corriendo a encerrarse en su cuarto. Buscó sus lápices de colores y en un papel en blanco pintó un enorme arco iris. Esbozó una sonrisa. Dibujó una casa roja con hermosas ventanas azules, y una puerta abierta por la que entrar a refugiarse. En el jardín, plantó un cartel prohibiendo la entrada de adultos. Despacio, introdujo primero un pie, después el otro y, finalmente, el resto de su pequeño cuerpo. Cerró la puerta. Allá dentro, los sonidos se quedaron mudos, y se sumergió en el más feliz de los sigilos. Al rato, entró su padre en el dormitorio a buscarla, arrugando el dibujo con furia y tirándolo al suelo. En ese instante los llantos perdieron su afonía y volvieron a retumbar las paredes. Se abrió la puerta del armario y una voz ronca le dijo: -María, mamá se ha caído, nos vamos al hospital.

Los microrrelatos anteriores nos han llegado a través de la página RELATOS ENCALLADOS donde podréis encontrar algunos más. Os hemos dejado también los enlaces a las páginas de sus autores. LEEMOS Y REFLEXIONAMOS. LEEMOS Y SENTIMOS

Y recuerda


¡ No estás sola, Sara !




CONCIENCIADOS CONTRA LA VIOLENCIA

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