lunes, 28 de abril de 2014

BUSCANDO A MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA


Casi cuatrocientos años después de la muerte de Miguel de Cervantes, hoy ha comenzado la búsqueda de sus restos mortales en el Convento de las Trinitarias de Madrid, donde se cree que fue enterrado en cumplimiento de su expreso deseo.

Jamás antes se ha tratado de localizar la tumba del escritor fallecido en 1616, a pesar de que un estudio de la Real Academia Española documentó que sus restos nunca salieron de las Trinitarias.

En la primera fase que arranca hoy el investigador Luis Avial tratará de identificar en la iglesia las cavidades en que pudieron producirse enterramientosCon ayuda de un georradar y un infrarrojos -que calcula los cambios de temperatura- el equipo de Luis Avial tomará previsiblemente durante tres días muestras del suelo, las paredes de la iglesia y una cripta a la que nadie accede desde 1955.


Tras procesar toda la información, durante el mes siguiente obtendrá una "imagen tridimensional absolutamente completa de todo el edificio", que facilitará al Ayuntamiento y al forense Francisco Etxeberría para que éste, en el caso de que sea viable, dirija una excavación "selectiva y cuidadosa" que permita recuperar los restos de Cervantes.

Luis Avial afronta con optimismo la búsqueda de los restos del escritor y asegura que ha participado en investigaciones mucho más difíciles, aunque el éxito no está asegurado y el proyecto puede topar con otro escollo: el edificio donde se busca a Cervantes es Bien de Interés Cultural (BIC), lo que exige un grado de protección muy alta por el valor del convento en sí mismo.

La investigación, en la que también participa el historiador Fernando de Prado, está dividida en tres fases.Si la primera fase arroja un resultado positivo, se pasaría a la segunda parte, la de la extracción de los restos, de la que se haría cargo el forense Etxeberría, quien ha participado en la exhumación de asesinados en la Guerra Civil española, en el análisis de los restos del presidente chileno Salvador Allende o en el informe pericial de la desaparición de los hermanos Bretón, entre otros casos.

Una vez recogidas las muestras, se iniciaría la última fase, la del laboratorio, consistente en analizar los restos, que esperan identificar gracias a caracterizaciones antropológicas como las lesiones que el escritor sufrió en la Batalla de Lepanto en 1571 -dos arcabuzazos en el pecho y uno en la mano izquierda-.

FUENTE: LAVANGUARDIA.COM

0 comentarios: