En un
mes como el que acabamos de comenzar será un placer hablaros de libros desde
muy diversas perspectivas y también hablaros de nosotros, de las Bibliotecas Escolares,
y del papel que las bibliotecas escolares deben representar en este mundo que
cambia muy rápido fuera de las aulas y que parece resistirse a adaptarse a la
realidad en los centros escolares.
En una
especie de reflexión sobre lo que es el presente y el futuro de la Biblioteca
Escolar os proponemos varios trabajos que pueden ilustrar esa evolución y que
parecen ir definiendo lo que sin duda va a constituir nuestra realidad en el
futuro más inmediato.
Hace
ahora poco más de un año, en un acto organizado para reconocer a las
bibliotecas escolares malagueñas que habían destacado por la labor llevada a
cabo en sus centros, Pilar Ortiz Rodríguez, en representación de todos los
galardonados, pronunciaba un emocionante alegato en defensa de las bibliotecas
escolares. En su intervención, convertida rápidamente en un referente para
muchas bibliotecas escolares, hablaba de una nueva concepción de las
bibliotecas entendidas como lugares donde el
profesorado puede encontrar “nuevas posibilidades con las que despertar la
inquietud, la ilusión y el deseo de aprender de su alumnado… Lugares de
encuentro personal tanto de prácticas lectoras como de trabajos
colaborativos. Lugares con recursos educativos diversos y de calidad conectada
al entorno virtual, lo que le hace traspasar los límites de su espacio
físico. Y constituyen un entorno de aprendizaje que generan en los
centros oportunidades para la lectura y escritura”. ( "Alegato a las bibliotecas escolares” ).


Como fácilmente podemos deducir las bibliotecas escolares, al igual que todo
nuestro sistema educativo, se enfrentan al
gran reto de situarse en el siglo XXI, eso sí, sin haber pasado antes,
en muchos casos, por el siglo XX.
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