Miguel Delibes ha fallecido hoy en Valladolid a los 89 años. Con su obra Delibes consiguió dar nuevo vuelo a la literatura española, postrada tras el rodillo de la Guerra Civil. Era el último gran referente de las letras castellanas del siglo XX.
El legado literario de Delibes está surcado por el sentimiento amoroso, la desigualdad social y el contraste entre la vida en el medio rural y en la ciudad. Atento al habla de las gentes del campo, su rico y preciso léxico es considerado como uno de los últimos reductos del español de Castilla, aunque el novelista introdujo importantes innovaciones formales.
Con su primera novela, La sombra del ciprés es alargada (un relato sobre la pérdida y la posibilidad de la felicidad, ambientado en Ávila y Barcelona), obtuvo en 1947 el prestigioso premio Nadal. Ha sido acreedor de las distinciones más importantes de las letras hispanas y varias veces candidato al Nobel de Literatura. En 1973 ingresó en la Real Academia Española; en 1982 ganó el premio Príncipe de Asturias de las Letras y en 1993 el premio Cervantes.
Nacido en Valladolid en 1920, Delibes comenzó una prolífica carrera como escritor tras lograr el Nadal, siendo autor de unas 60 obras, entre novelas, libros de viajes y diarios, la gran mayoría de ellas publicadas en la editorial Destino. Su último trabajo, aparecido en 2006, es una recopilación de relatos breves titulada Viejas historias y cuentos completos. Una decena de sus novelas ha sido adaptada al cine o a la televisión. Su personaje de Azarías en Los santos inocentes (interpretado en la versión cinematográfica de Mario Camus por el actor Paco Rabal) es uno de los iconos culturales españoles de la segunda mitad del siglo XX.
El franquismo
En su obra de 1966 Cinco horas con Mario, Delibes realiza con éxito no sólo un arriesgado ejercicio formal (el texto es un monólogo dividido en 27 capítulos), sino también una profunda crítica del provincianismo y de la realidad de la dictadura franquista. El autor, no obstante, nunca ocultó su respeto y admiración por la tradición castellana, a pesar del conservadurismo que eso pudiera conllevar. Pese a su tradicionalismo, la obra de Delibes supuso un revulsivo para la apolillada realidad literaria de la España de la posguerra.
Pero la carrera de Delibes no arrancó como escritor, sino como caricaturista. En calidad de tal comenzó a publicar en 1940 en el diario El Norte de Castilla, en el que firmaba bajo el pseudónimo de Max.
En 1950 publica El camino, una obra sobre la pérdida de la inocencia infantil de su protagonista, Daniel el Mochuelo. Con esta novela, según la crítica, Delibes encuentra su lugar en las letras hispanas y consigue retratar con precisión y elegancia el habla de Castilla.
La caza
Con Diario de un cazador Delibes logró en 1955 el Premio Nacional de Literatura y abrió una de las corrientes de su literatura, la del deporte cinegético, a la que dedicó una docena de libros.
Autobiográfico y familiar
La obra de Delibes está teñida de datos y experiencias autobiográficas. En Señora de rojo sobre fondo gris (1991), el escritor revisita la muerte de su esposa, ocurrida en 1974, cuando ésta tenía 50 años. Ese hecho marcó la trayectoria creativa de Delibes.
En la década de los noventa al novelista le fue detectado un cáncer del que fue intervenido con éxito en 1998 en la clínica de la Luz de Madrid. Ese mismo año publicó El Hereje, su última gran novela, con la que dio por terminada su actividad creativa y con la que logró el Premio Nacional de Literatura.
Hace un año Miguel Delibes dijo " en mi caso el escritor ha muerto antes que el hombre", nosotros queremos añadir que escritores como él nunca mueren.
FUENTE: elpais.com
1 comentarios:
Tienes razón. Era un referente para varias generaciones de españoles que crecieron con sus libros. Creo que, entre todos, le estamos dando la despedida que merece.
Saludos.
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