Un año más, y en vísperas de la Noche de los Teatros, las calles de Madrid han sido testigo de la "Noche de Max Estrella", el tradicional peregrinaje cultural que recorre los escenarios que Don Ramón del Valle-Inclán recreó para su personaje de "Luces de Bohemia".
En su decimotercera edición la "Noche de Max Estrella" ha conmemorado el Centenario del Nacimiento de Miguel Hernández, el poeta de Orihuela (1910-1942) que al igual que el antihéroe de Valle-Inclán vivió sueños y prisiones en la capital de España, como recordó el maestro de ceremonias, Ignacio Amestoy.
En su decimotercera edición la "Noche de Max Estrella" ha conmemorado el Centenario del Nacimiento de Miguel Hernández, el poeta de Orihuela (1910-1942) que al igual que el antihéroe de Valle-Inclán vivió sueños y prisiones en la capital de España, como recordó el maestro de ceremonias, Ignacio Amestoy.
La comitiva de la "Cofradía del Esperpento" se concentró en Casa Ciriaco (Calle Mayor, 84), donde Valle-Inclán situó la Cueva de Zaratustra, inicio del recorrido de Max Estrella. Desde allí, el catedrático Jorge Urrutia recordó a Mariano de Larra, Miguel Hernández y Valle-Inclán, "tres dramaturgos pero también tres rebeldes", afirmó.
Rebeldía que en el caso de Miguel Hernández le llevó a peregrinar por diferentes cárceles de Madrid, situación que, sin embargo, no redujo la "esperanza congénita" del poeta, porque -en opinión de Urrutia- éste "siempre sabía que había alguien en quien confiar".
Desde Casa Ciriaco, y una vez acabado el primer "refrigerio", la "procesión laica" continuó su marcha hasta la casa en la que Larra se suicidó (Santa Clara, 3). Allí, y como cada año, el crítico teatral Enrique Centeno realizó su tradicional ofrenda de rosas al Pobrecito Hablador.
En nombre de Centeno, Luis Araujo leyó un texto en el que alabó la figura de Larra como "maestro de la crítica" al tiempo que le pedía a Fígaro que se uniera a la "congregación de los bohemios" al grito de: "vamos Fígaro a buscar a Max Estrella".
Intervino también Jesús Miranda de Larra, descendiente directo del periodista, quien explicó que Fígaro vivió sus últimos ocho meses de vida en esa casa, "ocho meses de desengañó".
Y añadió que en esos momentos finales el periodista "abrió su corazón y mostró toda su desesperanza", como lo demuestran sus artículos.
La siguiente estación del peregrinaje tendría lugar en un punto clave entre las casas que sirvieron de hogar a Lope de Vega y a Calderón de la Barca. Los discursos estarían a cargo de Natalia Menéndez, directora del Festival de Almagro, y del director de escena Carlos Aladro.
Desde aquí la comitiva cultural partiría hacia la Chocolatería San Ginés y, previo paso por la esquina de Sol con Montera, llegaría hasta la Puerta del Sol donde la periodista teatral Rosana Torres hablaría a la concurrencia.
FUENTE: DIARIOVASCO.COM
0 comentarios:
Publicar un comentario