
Calles, plazas, palacios, jardines, bares, iglesias, teatros e incluso los museos de Segovia abren sus puertas para acoger diversas actuaciones a lo largo de una semana de gran intensidad titiritera. Tanto es así que a esta última edición se han incorporado nuevos espacios no sólo de la ciudad de Segovia y la comunidad, sino también de otras zonas de España e incluso Portugal.
Titirimundi hoy ocupa el trono en solitario, y es el único certamen en el mundo con sus características de regularidad, calidad y compromiso con el género. Puede presumir, y lo hace, de que los mejores profesionales se den cita en él y de que no hay ciudad en el planeta que celebre un festival de títeres de su dimensión.
Titirimundi es diferente porque desde el inicio huyó de la poderosa tentació
n de crear un festival infantil. Difícil porque el tópico de que las marionetas hablan únicamente el lenguaje de los niños está aún enraizado a pesar de que en Segovia, cada año, se tira con fuerza del cliché con la sana intención de arrancarlo de una vez por todas.El teatro de títeres ha evolucionado, o se ha desdoblado, en múltiples formas de expresión que tienen un rasgo común: la fantasía. A partir de aquí, hay imaginación pedagógica y colorista, en torno a la que niños y niñas se deleitan sanamente, y otra más canalla, o simplemente más compleja, nacida de los adultos exclusivamente para los adultos.
Los más pequeños deben asomarse a los trabajos de Teloncillo o Alto Teatro, entre otros, disfrutar de estos espectáculos que ayudan a crear afición, a veces adicción, a estas historias verdaderamente en tres dimensiones, en tiempo real y repletas de sorpresas.
En el laboratorio de Titirimundi son muchas las mezclas que cada año se preparan y en él tienen cabida contemporaneidad y tradición, innovación y raíz. Muchos recuerdan el asombro que causaron algunas representaciones incluidas en la primera edición del Festival porque los espectadores no sabían que todo eso se podía hacer y contar con marionetas.
Aún quedan por delante días de felicidad estupefacta. Titirimundi es un acon
tecimiento cultural que sacude la ciudad, la agita como a un combinado, al que se añade alcohol o zumo para que su degustación se adapte a todas las edades y tolerancias. Es un maratón de actividades y una promesa de recuerdos imborrables. También un desfile de gente convocada a una misma ceremonia. Hasta Segovia se desplazan artistas y miles de espectadores, lo que otorga a la típica postal un aire nuevo, infrecuentemente cosmopolita. Por eso se disfruta tanto la ciudad estos días, porque presenta un aire renovado y un ambiente alegre, vistoso y festivo. Una celebración a la que todo el mundo está invitado.Hasta el 13 de Mayo en Segovia continúa la función.
FUENTE: nortecastilla.es

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