En Guadalajara se vive otro día de actividades para profesionales de la industria editorial; pero también los amantes de las letras se reúnen para escuchar a autores internacionales que en un auditorio de la sede de la Feria Internacional del Libro debaten y dialogan sobre la importancia de la literatura en un mundo cada vez más violento. Ayer tocó el turno a dos reconocidos escritores latinoamericanos: la colombiana Laura Restrepo y el argentino Juan Gelman, quienes por espacio de una hora hablaron sobre literatura y derechos humanos moderados por el premio Alfaguara de novela 2006, el peruano Santiago Rocangliolo.
Juan Gelman, poeta y periodista argentino, destacó que no puede reducirse el tema de los derechos humanos a la literatura ni viceversa; sin embargo existe una marcada relación entre ellos, ya que buena parte de la literatura latinoamericana es literatura de denuncia por las grandes obras de calidad que se han producido y que desnudan realidades como la pobreza, la opresión, la explotación del ser humano y, por supuesto, la violación de los derechos humanos.
Por su parte, la escritora colombiana se mostró emocionada al estar junto a uno de sus autores predilectos, Juan Gelman, ya que Laura, en sus años de juventud, fue militante de la izquierda, participante de guerrillas en Colombia, periodos en que los poemas y textos del argentino fueron muy importantes para ella en esas circunstancias. “La política era una actividad fría, se hacía sin sentimientos sin subjetividad, todo esto implicaba impersonalidad y de pronto estaba la poesía de Juan”.
Rocangliolo preguntó a los escritores “¿Cómo escribir de política en un mundo escéptico como en el que vivimos?”, y no hubo respuesta. ¿Y yo qué sé?, fueron las palabras de Gelman. “La literatura es un motor para los derechos humanos cuando ésta pone de manifiesto cómo el derecho a la vida misma se violenta en todas partes, ya que la literatura ante todo y sobre todo va más allá del asunto que trata en sus líneas y la ideología del autor que con frecuencia se distingue por llevar al lector hacia territorios que él desconocía originando un trabajo y una marca en su interior aunque a veces él no lo note”.
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Juan Gelman, poeta y periodista argentino, destacó que no puede reducirse el tema de los derechos humanos a la literatura ni viceversa; sin embargo existe una marcada relación entre ellos, ya que buena parte de la literatura latinoamericana es literatura de denuncia por las grandes obras de calidad que se han producido y que desnudan realidades como la pobreza, la opresión, la explotación del ser humano y, por supuesto, la violación de los derechos humanos.
Por su parte, la escritora colombiana se mostró emocionada al estar junto a uno de sus autores predilectos, Juan Gelman, ya que Laura, en sus años de juventud, fue militante de la izquierda, participante de guerrillas en Colombia, periodos en que los poemas y textos del argentino fueron muy importantes para ella en esas circunstancias. “La política era una actividad fría, se hacía sin sentimientos sin subjetividad, todo esto implicaba impersonalidad y de pronto estaba la poesía de Juan”.
Rocangliolo preguntó a los escritores “¿Cómo escribir de política en un mundo escéptico como en el que vivimos?”, y no hubo respuesta. ¿Y yo qué sé?, fueron las palabras de Gelman. “La literatura es un motor para los derechos humanos cuando ésta pone de manifiesto cómo el derecho a la vida misma se violenta en todas partes, ya que la literatura ante todo y sobre todo va más allá del asunto que trata en sus líneas y la ideología del autor que con frecuencia se distingue por llevar al lector hacia territorios que él desconocía originando un trabajo y una marca en su interior aunque a veces él no lo note”.
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FUENTE: razon.mx
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