Rafael Ballesteros nació el 7 de octubre de 1938 en la calle Hinestrosa de Málaga, año y medio después de que la ciudad hubiera caído en poder de las tropas sublevadas contra la República en julio de 1936. Era el menor de cuatro hermanos en una familia de clase media y larga tradición pedagógica: su abuelo, sus tíos y su padre fueron maestros, aunque este, Francisco, trabajaba como funcionario en el Servicio del Catastro de Málaga.
Cursó la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad
de Granada donde obtuvo la licenciatura en el curso 1960-1961. En 1965 viajó a
Estados Unidos pues consiguió un puesto de profesor visitante de Literatura
Española en la Universidad de Iowa, donde publicó sus primeros poemas. El curso
1966-1967 se trasladó a la Universidad de Bowling Green (Ohio). Allí le
ofrecieron continuar los siguientes con un contrato estable. Sin embargo,
decidió volver a España para no desarraigarse, implicado como se sentía en la
necesidad de oponerse activamente a la dictadura de Franco y en la lucha por la
libertad y la democracia.
Preparó oposiciones a catedra de Instituto, que
aprobó en el verano de 1968.
Durante todo el periodo de transición y
consolidación de la democracia en España, y pese a la intensidad de su dedicación
a la actividad política, Rafael Ballesteros no dejó de escribir una densa obra
literaria.
Trayectoria poética.
Una misma voluntad creadora y un
coherente universo temático guía su escritura: explicarse a sí mismo, indagando
en la propia identidad, y las peripecias de la vida humana, siempre en
tránsito, en permanente dialogo consigo y con los demás, desde una
irrenunciable voluntad de estilo y una lengua poética propia, bajo la
concepción de la poesía como un asunto no limitado a la esfera del conocimiento,
del sentimiento o de las vivencias, sino intrínseco al ámbito de la experiencia
del lenguaje.
Ballesteros se da a conocer en España en 1967 con el cuadernito
"Esta mano que alargo", incluido en la serie antológica "Doce
jóvenes poetas." Este proyecto,
como otros similares de esos años, pretendía acreditar el cambio producido en
la poesía española a lo largo de esa década, con el agotamiento de la llamada
poesía social y la eclosión de una nueva promoción poética mucho más proclive a
la experimentación del lenguaje que a la reiteración de la denuncia de la
dictadura franquista. En el caso de Ballesteros, sin embargo, seguía siendo
evidente el peso de las circunstancias políticas y sociales de la España de la
época, la voluntad testimonial de sus versos y la llamada a la solidaridad como
camino en la lucha por la libertad.
Su siguiente libro, "Turpa"
(1972) es un salto cualitativo y cuantitativo en el camino de la diferenciación
transgresora y la originalidad del universo creador de Rafael Ballesteros. Se
trata de un extenso poema-libro que relata el ataque de un personaje monstruoso
con rasgos de pájaro a un yo narrador que asiste indefenso e inerme a su
destrucción.
En 1983, tras diez años de
silencio editorial, aparece "Jacinto". Seguirán obras como "La cava" (1984), "Numeraria
(1986), "Testamenta" (1992) y "Los dominios de la
emoción"(2003).
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