domingo, 1 de febrero de 2015

TARZÁN, CIEN AÑOS EN LA SELVA


Una vegetación frondosa, húmeda, que encierra animales extraños, a veces peligrosos. Árboles de troncos altos, delgados y flexibles o anchos, con grandes hojas: la selva virgen en todo su esplendor. Hay lianas, y un hombre que salta de una a otra. Procede de una casta de nobles ingleses, pero no lo sabe. John Clayton vive ajeno a esa civilización de la que procede, tiene el pelo largo y unos pulmones que cualquiera envidiaría. Vive rodeado de monos, la única familia que conoce, se llama Tarzán y cumple cien años.

El  universal  mito  del  Rey  de  la  Selva,  un  arquetipo  literario  imaginado  por  el  escritor  estadounidense  Edgar  Rice  Burroughs,  surgió  hace  ya  más  de  cien  años.  Exactamente  se  empezó  a  publicar  en  el  mes  de  octubre  de  1912,  en  una  revista  popular  de  relatos  fantásticos  titulada  All-Story  Magazine. El  relato  despertó  el  interés  de  los  lectores,  que  empezaron  a  enviar  cartas  a  la  redacción  pidiendo  más  entregas.  ¡Había  nacido  un  autor  de  best-sellers!...Ya  no  pudo  dejarlo.

En  1914  un  grupo  editor  de  Chicago  lo  publicó  en  formato  de  novela  y  se  vendieron  más  de  un  millón  de  ejemplares.  Rice  Burroughs  se  hizo  famoso  y  millonario.  Llegó  a  publicar  hasta  24  novelas  sobre  el  fascinante  personaje  del  niño  huérfano  criado  por  una  gorila  y  además  se  diversificó  en  otras  series  con  héroes  en  Marte,  Venus,  el  centro  de  la  Tierra,  el  Lejano  Oeste  y  hasta  novelas  históricas  al estilo  de  Walter  Scott.  

Para  Rice  Burroughs,  que nunca  viajó  al  continente  negroÁfrica  era  un  lugar  exótico,   donde  imaginar  aventuras  fantásticas  sin  mucho  rigor  geográfico  o  histórico.  Los  nativos  negros,  en  las  novelas,   son  poco  más  que  comparsas. Tienen  más  relevancia  los  animales  salvajes  y  sobre  todo  los  restos  de antiguas  civilizaciones,  casi  siempre  de  origen  blanco.

Este hombre-mono rompió los esquemas de una sociedad que buscaba nuevos héroes, capaces de apartar sus mentes de la gran guerra que asolaba el mundo y la inestabilidad de los años posteriores.

En la gran pantalla apareció por primera vez en 1918  en blanco y negro y sin sonido. Tuvimos que esperar hasta 1932 para escuchar el emblemático grito de Johnny Weissmüller, ver a Maureen O’Sullivan encarnar a Jane y disfrutar de la primera aparición de Chita, un

personaje que no aparece en el libro de Burroughs. Pero fue en 1999 cuando llegó una de las adaptaciones más conocidas de la novela, la versión animada de Walt Disney, en la que Tony Goldwyn presta su voz al protagonista y que recibió un premio Oscar por la mejor canción original, compuesta por Phil Collins.




FUENTE: NUEVATRIBUNA.ES , CULTURAJOVEN.ES

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