Empezamos nuestro periplo hacia
Almagro (Ciudad Real). Nuestra primera visita fue la
venta de don Quijote, en la localidad de Puerto Lápice (Ciudad Real). Cuenta la
leyenda que don Alonso Quijano se detuvo en este lugar la noche que debía velar
sus armas para ser armado caballero. Allí pudimos disfrutar de los
diferentes aperos repartidos por el patio, así como de la magnífica exposición
sobre Cervantes y su personaje más universal. Después nos dirigimos a ver la
antigua noria cerca de la Plaza Mayor. En los bancos de su alrededor pudimos
leer frases escogidas de la obra.
Retomamos nuestro camino para poner rumbo a …
¡los molinos de viento! Para ello recorrimos los escasos kilómetros que nos
separaban de Consuegra (Toledo). Tras tomar un rico tentempié continuamos hasta
nuestro destino final: Almagro.
Al día siguiente disfrutamos de
las explicaciones de nuestra guía, Mari, quien nos hizo de cicerone en la
ciudad y el Museo Nacional del Teatro. Una de las cosas más curiosas que vimos
fue uno de los muchos artilugios de utillaje que servía durante el Renacimiento
y el Barroco para hacer “efectos especiales “.
Terminada la visita, fuimos
corriendo al corral de comedias, a ver la representación de la obra Entre bobos anda el juego. Por la tarde nos recibieron
varios de los actores de la compañía en el Castillo de Doña Berenguela, en
Bolaños de Calatrava. Fue una maravillosa experiencia, en la que disfrutamos de
los versos del romance y del soneto. Gracias a todos los actores. Nos hicisteis
pasar un rato estupendo.
Al día siguiente visitamos una de
las plazas más bonitas de la zona: la Plaza Mayor de San Carlos del Valle.
Posteriormente nos recibió
nuestro guía Enrique en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real). Aquí nos
encontramos de nuevo con don Quijote y Sancho, pero también a Jorge Manrique y
a un caballero de la orden de Santiago, don Francisco de Quevedo, el cual vivió
retirado a causa de su enfermedad, los últimos meses de su vida en un convento.
Tras todas estas experiencias,
llegó la hora de decir adiós y emprender el camino de vuelta.
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