jueves, 2 de abril de 2020

EL CONFINAMIENTO DE UN AUTISTA


Mantenerse en casa es la mejor manera de evitar la expansión de la pandemia del SARS-CoV-2, patógeno causante de la enfermedad COVID-19, pero para las personas con autismo el encierro puede resultar todo un desafío.

El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por graves déficits del desarrollo, permanentes y profundos, que afectan a la socialización, la comunicación, la imaginación y la conducta, entre otras cosas, y está presente en aproximadamente el 1 % de la población a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada 160 personas tiene un trastorno autista.

"Hay quienes se sienten mejor quedándose en casa, porque prefieren entornos muy conocidos, pero hay otros con una rutina muy establecida y el cambio les puede causar estrés o ansiedad", afirma el doctor César Reynoso, jefe de la Clínica de Autismo y Trastornos del Neurodesarrollo del Hospital ABC.

Es por ello que el cierre de escuelas, de lugares de trabajo y centros de terapia es un cambio de entorno y puede llegar a alterar sus rutinas, lo que para muchos de ellos representa estabilidad.Es la razón por la que salir a la calle para personas con autismo es básicamente una cuestión de salud, una situación que todos deberíamos entender, peo que no puede llevarnos a estigmatizar a los autistas por ello.

FUENTE: EITB.EUS



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