No es posible entender a Ernesto Sabato sin estos elementos originales. “Yo fui un chico solitario, apartado de los juegos y de las travesuras que alegran la vida de los niños. Encerrado en mi cuarto, como detrás de una ventana, por las tardes veía pasar la vida. Y ya desde entonces mi salvación provino del arte. ¡Qué hubiese sido de mí sin los libros!” , escribió en 1999.
Ernesto Sábato nació el 24 de junio de 1911 en la ciudad de Rojas, Provincia de Buenos Aires, Argentina y murió el 30 de abril de 2011 en su casa. Hijo de Francisco Sábato y Juana María Ferrari, fue el décimo hijo de once. Nació poco tiempo después de la muerte de su noveno hermano, Ernestito, por lo que él lleva su nombre.
A don Ernesto Sabato se le conoce más como escritor que abandonó la carrera de Física. Otros como lúcido ensayista (su último ensayo, de índole autobiográfico y póstumo: Antes del fin, lo publicó en 1999). En cambio, la mayoría de lectores lo identifica por sus célebres novelas de tono existencialista y filosófico, tales como "El túnel" (que fue llevada al cine), "Sobre héroes y tumbas" y "Abaddón el exterminador". Entre sus lauros como escritor es de rigor mencionar el codiciado Premio Cervantes, que conquistó en 1984.
Adiós al escritor y ensayista formado en la ciencia, adiós al defensor de los derechos humanos cuya estatura moral es incuestionable incluso para los que se niegan a ver la miseria humana porque están satisfechos o viven en la opulencia, a expensas de los desposeídos y desclasados de la sociedad.
FUENTE: Revista Arcadia.com
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