El poeta para quien la poesía era: "un aire, un aire, un aire nuevo no para respirarlo, sino para vivirlo".
Gonzalo Rojas, quien surgió de la pobreza provinciana del sur de Chile para convertirse en uno de los más celebrados poetas en un país conocido por grandes autores de este género literario, ha fallecido hoy el lunes, según ha informado su familia. Tenía 93 años.
En su extensa obra destacan sobre todo los escritos de fino contenido erótico, así como aquellos donde expresó el dolor del exilio durante los largos años de la dictadura militar del general Augusto Pinochet (1973-1990).
En su extensa obra destacan sobre todo los escritos de fino contenido erótico, así como aquellos donde expresó el dolor del exilio durante los largos años de la dictadura militar del general Augusto Pinochet (1973-1990).
Rojas se convirtió en 2003 en el segundo chileno en ganar el Premio Cervantes, el más importante galardón literario de la lengua española. Antes lo había obtenido el novelista Jorge Edwards.
También recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile y el Premio de Poesía Reina Sofía de España. En 2004 fue nominado al Premio Nobel de Literatura, que ya habían ganado sus compatriotas y colegas poetas Gabriela Mistral, en 1945, y Pablo Neruda, en 1971.
Su interés por la poesía surgió desde la niñez. En 1948 publicó su primera colección de poemas, ``La miseria del Hombre'', y casi dos décadas después su segundo libro, ``Contra la muerte''. El verdadero reconocimiento en su patria llegó en 1977, con la publicación de ``Oscuridad''.
En 2010 publicó ``Con arrimo y sin arrimo'', meses antes de que el infarto cerebral lo sumiera en un sopor permanente.
A Rojas se le recuerda con su sempiterna gorra de marinero, infatigable y con una inmensa sonrisa. El 23 de abril de 2005 Gonzalo Rojas acudió a la ceremonia de entrega del Cervantes en Alcalá de Henares vestido con un elegante chaqué negro pero con su gorra de marinero. "Esta gorra es el límite de mi conciencia", dijo a los periodistas que le esperaban. Y en su discurso de agradecimiento volvió a embelesar al personal con un texto con el que el poeta silbaba en cada palabra, modulando su voz y desafiando al viento, elemento que siempre ha estado presente en toda su obra.
"El viento es lo primordial para mi. Funciona como un silbido, como un sonido y un zumbido", dijo en una ocasión y al tiempo precisó que cuando le preguntaban qué es poesía respondía: "un aire, un aire, un aire nuevo no para respirarlo, sino para vivirlo".
Oscuridad hermosa
Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.
Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.
Corriste por mi casa de madera
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.
OTROS POEMAS
FUENTE:ELECONOMISTA.COM
Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.
Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.
Corriste por mi casa de madera
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.
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