Ya
sabemos que Barcelona está un poco lejos para todos nosotros y que no será fácil
para ninguno asistir a la representación de una obra que ya muchos vosotros conocéis,
pero no queríamos dejar de deciros que Christopher John Francis Boone —”15
años, tres meses y cuatro días”, como él mismo, tan amante de las matemáticas,
precisa— se sube a los escenarios desde el pasado 8 de abril y hasta el próximo
10 de mayo en el Teatre Lliure de Barcelona.
El
curioso incidente del perro a medianoche (Salamandra, 2004), la
emotiva novela de Mark Haddon convertida en un best seller, se representa en la sala de Gràcia en el montaje que Julio Manrique ha realizado
a partir de la adaptación teatral del libro que hizo Simon Stephens en 2012
para la escena británica.
Funte: hoyesarte.com |
Lluís
Pasqual, director del Lliure, dijo el martes al presentar el espectáculo que,
como Hamlet, esta obra solo la puedes montar si tienes claro
al actor protagonista. Manrique no puede estar más de acuerdo y de hecho
asegura que solo se ha atrevido a dirigirla al saber que podía contar con Pol
López para el papel de Christopher, ese chico tan especial al que (según su
propia lista) no le gusta que le toquen, grita cuando está enfadado o
confundido (o destroza cosas, o gime), detesta el amarillo y el marrón, las
mentiras y las metáforas, no come comida si los diferentes alimentos se tocan
entre sí en el plato, odia Francia, y tiene entre sus preferencias los números
primos, cuidar a su rata Toby, el espacio exterior —y las
misiones Apolo—, y estar solo.
“Explicamos
la historia de la manera más simple y humana posible”, subraya Julio Manrique.
El director señala que descubrió la novela al publicarse en nuestro país y se
enamoró. Apunta que aunque no se especifique en el libro, Christopher, “una
criatura especialmente sensible”, sufre el síndrome de Asperger “que le
convierte en una persona diferente de los neurotípicos que es
como denominan ellos al resto de la gente, con canales distintos para los
sentimientos”. Manrique destaca que la mirada de Christopher sobre el mundo es
muy interesante sobre todo porque “no sabe decir mentiras ni las entiende”.
Pol López, en el papel de Christopher, en la versión teatral catalana de 'El curioso incidente del perro a medianoche'. / ROS RIBAS |
Para
el director, la historia tiene “la dimensión de una gran aventura épica”, en la
que el niño autista, “un verdadero héroe”, hace descubrimientos y viajes como
en toda aventura que le hacen franquear sus límites y madurar como ser humano”.
Manrique recuerda que la historia tiene un lado terrible y que la novela es
también una historia sobre padres e hijos, sobre la manera en que educamos a
nuestros hijos y sobre el dolor que en última instancia provocan siempre las
mentiras, incluso las piadosas.
Pol
López explica que lo que más le fascina de Christopher es “cómo pone de
manifiesto lo absurdo de nuestro mundo, cómo lo desarticula dando pie con su
visión y su actitud a situaciones cómicas y trágicas”. En la misma dirección,
Marta Marco, que encarna a Siobhan, la terapeuta del chico, afirma que “si
todos fuéramos un poco más aspergers el mundo iría mejor”.
FUENTE: elpais.com
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