Después
de llevar siete días recluido en casa
y tras
el anuncio de hoy de esas otras tres semanas
me pregunto
si podré resistir.
Superado
esa primera duda, esa primera angustia,
más
que nunca estoy convencido de que podré
resistir.
Podré
resistir…
porque
en mi panadería sigue horneándose el pan cada día,
porque
las chicas del super siguen junto a la caja, aunque ya casi nadie habla,
porque
la farmacia de la esquina está abierta todos los días ,
porque
los camioneros se mantienen con el volante en las manos,
porque
no me falta la luz, el agua, Internet, la radio, la tele…
porque
mucha gente trabaja para mí y para que este mundo siga adelante,
porque
frente a todos ellos yo solo tengo que estar en casa junto a los míos
y
porque sé que, si algo me ocurre, alguien vendrá ayudarme, a cuidarme,
a
poner su vida en peligro por mi, por otro alguien a quien ni siquiera conoce.
Sin
duda podré resistir y voy a hacerlo por mí pero sobre todo por ellos.
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