Desde
hace unos años curiosas iniciativas, como la que tiene lugar este sábado con la
celebración de la Noche en Blanco en Málaga, han tenido como consecuencia la
recuperación del olvido de parte de nuestro patrimonio cultural y artístico y
su puesta en valor haciéndolo más accesible a muchos ciudadanos. Este es el
caso del IES Martiricos de Málaga, para la mayoría de la gente un instituto de secundaria más, para los que hemos
tenido la oportunidad de visitarlo un
tesoro por descubrir.
La AMPA
Sierra Mar del IES Sierra de Mijas organizó el pasado jueves 8 de mayo una
visita al IES Martiricos con el objetivo de conocer y disfrutar de todo lo que
en el se encierra. Fue este un día en el
que fuimos descubriendo de manera sorprendente lo que este centro atesora. La
primera de estas sorpresas la constituye ya el propio edificio y los motivos de
su construcción, llevada a cabo por el arquitecto Miguel Fisac.
Su
capilla, hoy convertida en salón de actos, fue el punto de partida no solo para
nuestra visita sino también para Miguel Fisac, un arquitecto que experimentó
aquí con las formas que más tarde utilizaría en otros obras suyas y que creó aquí un
edificio que aún hoy puede considerarse de vanguardia.
Recorrer
sus distintas dependencias supuso para nosotros movernos por un edificio que nos iba sorprendiendo en cada uno de
sus espacios y realizar a la vez un paseo por la historia de Málaga y, en especial, por la historia de la educación.
Los
fondos de su archivo nos permiten seguir la evolución de Real Colegió de San Telmo
a Instituto Nacional de Bachillerato y conocer exámenes y documentos
administrativos de infinidad de niños que pasaron por este centro, algunos de
los cuales llegaron a convertirse con el tiempo en hombres ilustres (Pablo Ruiz
Picasso, Vicente Aleixandre, José Ortega
y Gasset, Severo Ochoa… )
Las
maquetas del antiguo museo Agronómico y el material de
carácter científico expuesto en su laboratorio nos hicieron pensar en otros
estudios y en otros alumnos que han ido cediendo su espacio a los actuales.
Pero
las mayores sorpresas se encuentran sin duda en su biblioteca, una biblioteca
que pretende prestar un servicio moderno a la comunidad educativa albergando además una considerable colección de fondos que
incluye volúmenes del siglo XVIII, XIX y XX, verdaderas joyas de la bibliografía,
y, como no, en su Museo de Historia Natural, en la práctica el primer museo de la
historia de la ciudad (siglo XIX), con más de quinientas especies representadas.
Sin
lugar a dudas una importante página de
nuestra historia que podemos leer gracias
a personas como Pepe Jiménez, profesor del IES Martiricos y nuestro cicerone
particular ese día, quien con su entusiasmo y dedicación logra suplir las
muchas carencias que presentan los tiempos que ahora vivimos.
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