Malala
Yousafzai, la
adolescente paquistaní tiroteada por los talibanes en su país, pidió
el pasado 12 de julio de 2013 en la ONU que la comunidad internacional redoble
los esfuerzos para lograr "educación
para todos los niños". Según ella misma ha relatado durante el acto organizado por
Naciones Unidas para celebrar su decimosexto cumpleaños: "El 9 de octubre
de 2012 los talibanes me dispararon. Pensaron que con sus balas me callarían
para siempre pero fracasaron". La
joven aseguró que sigue siendo la misma Malala, con las mismas ambiciones,
esperanzas y sueños.
"Tomemos los libros y las plumas
porque son nuestras armas más poderosas. Un libro y una pluma pueden cambiar el
mundo", subrayó Malala, quien aseguró que "los extremistas siguen teniendo
miedo a los libros". Malala afirmó que no está en contra de nadie, ni siquiera de los
talibanes en su país, y aseguró que incluso si tuviera una pistola y estuviera
frente a la persona que le atacó "no
dispararía".
"Es algo que aprendí de Mahoma, el
patrimonio que recibí de Martin Luther King y de Nelson Mandela, la filosofía
de la no violencia que aprendí de Gandhi y la madre Teresa, el perdón que
aprendí de mi padre y de mi madre", aseguró.
La adolescente paquistaní, que agradeció
poder llevar puesto un chador de Benazir
Bhutto, reiteró que viajó a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para
elevar su voz. "El
Día de Malala no es mi día, hoy es el día de todos y cada una de las mujeres,
niñas y niños que se han atrevido a defender sus derechos", dijo la joven, quien agradeció "la cantidad de amor" que ha recibido en estos meses de
recuperación.
0 comentarios:
Publicar un comentario