Los homenajes que se rinden estos días a Antonio Machado por el 75 aniversario de su muerte (22 de febrero) demuestran que está más vivo que nunca.
El hombre que dio profundidad inolvidable a los campos de
Castilla sufrió apenas un mes de exilio en el pueblecito francés de Colliure
cuando ya la causa republicana estaba casi perdida por la inminente ocupación
de Barcelona. La España franquista trató de borrar las huellas que había dejado
en la cultura y la enseñanza. Pero no tuvo éxito.
Si Machado fue el poeta del
abandono y la ausencia, se hace muy visible y presente en los homenajes que
con motivo del aniversario de su fallecimiento se celebran estos días en muchos lugares pero, de
manera especial, en Madrid, Andalucía, Segovia y en Soria. El acto central será
en Colliure este fin de semana.
Buen momento para reencontrarnos una vez con su obra, ya sea
a través de la lectura de sus poemas o a través de la audición de sus poemas. Cuando
se piensa en poemas musicados del poeta andaluz enseguida se piensa en Joan Manuel Serrat. Es
el referente inmediato. Su disco de 1969, «Dedicado
a Antonio Machado, poeta», es una de las obras maestras del
cantautor catalán, e hizo una labor impagable en la difusión de la obra de este
autor tanto en España como en Iberoamérica.
Joan Manuel Serrat tal vez
sea el más popular, pero no el único músico que puso melodía a la obra del
poeta sevillano. Alberto
Cortez (Retrato), Enrique
Montoya (Sobre el olivar), Adolfo
Celdrán (Abril florecía) o Estebán
Valdivieso (Yo voy soñando caminos) también quedaron cautivados por esos
poemas y supieron transmitirnos con su voz y su música la hermosura que hay en
ellos.
FUENTE:ELPAIS.COM
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