La
vida y obra de Leonardo Da Vinci (1452-1519) está siempre de actualidad y es
motivo de estudio y más, si cabe, hoy, cuando se cumple el aniversario de su
muerte. En una capilla gótica, situada junto a la muralla de uno de los
castillos renacentistas del Loira, reposan los restos de uno de los mayores
genios de la humanidad, el artista italiano, fallecido hace 500 años en esa
región de Francia, que aprovecha su onomástica para rendirle homenaje.
Italia
también se suma a las celebraciones de su genio más universal con numerosas
iniciativas en las ciudades en las que vivió, ideó y creó su legado.
El
maestro nació en la aldea toscana de Vinci en 1452, pero en su niñez se
trasladó con su padre a la próspera y cercana Florencia, entrando como aprendiz
en el taller de Andrea Verrocchio, el primer paso de una vida que le
consagraría como ejemplo de artista polifacético del Renacimiento.
El
florentino pasó en la región central de Loira los tres últimos años de su vida
bajo el amparo del rey Francisco I. Se instaló en la mansión Clos Lucé adonde llevó tres de sus obras
maestras: La Gioconda, La Virgen, el Niño y Santa Ana y San Juan Bautista.
La
tumba del genio italiano en el recinto del castillo de Amboise forma parte del
Patrimonio Mundial de la Unesco y es epicentro del recorrido organizado por la
región en homenaje a su polifacética figura como pintor, arquitecto,
científico, escritor, escultor e ingeniero.
FUENTE: DIARIO DE BURGOS
NUESTRO PARTICULAR HOMENAJE Y RECUERDO
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