miércoles, 30 de mayo de 2012

DESCUBRIENDO A UN NUEVO GÓNGORA




Mientras muchos de vosotros estáis metidos en estudios gongorinos y de otras muchas naturalezas, en la Biblioteca Nacional de España se ha dado a conocer, coincidiendo con la presentación de la exposición "Góngora: la estrella inextinguible" ( exposición que pone colofón a los actos de celebración por el 450 aniversario del nacimiento de Góngora), un manuscrito autógrafo de Luis de Góngora. El documento fue descubierto hace unos cinco meses por la hispanista y filóloga Amelia de Paz indagando en la sección de Inquisición de Córdoba del Archivo Histórico Nacional con sede en Madrid.
El escrito lleva este título: "Relaçión de lo que yo, Don Luis de Góngora, raçionero de la Sancta Yglessia de Córdoua, sé y he oído decir de la persona del Doctor Alonso Ximénez de Reynoso, Ynquisidor de Córdoua". Con un lenguaje divertido, ameno y descriptivo el poeta, que tenía entonces 36 años y todavía no había viajado a Madrid, relata como un auténtico chismoso de su ciudad los testimonios que sobre el Inquisidor le van aportando pajes, criados, clérigos y personajes destacados de la villa de los que aporta nombres y apellidos por si pudiesen convertirse en testigos contra el miembro del temido tribunal.
Para empezar describe hasta la calle en la que la amante del Inquisidor Reynoso, María de Lara, vive en Córdoba "que biue en la collaçión de Sanct Bartolomé, en la calle de los judíos, en compañía de unas moriscas con quien en esta casa y en otras casas semejantes siempre el dicho inquisidor como amiga suia y çeloso de mirar por su persona la a tenido". Góngora describe también las entradas y salidas de la dama del domicilio del inquisidor a través de otro testimonio que recoge: "saliendo una tarde al anochecer del estudio donde estaba el dicho ynquisidor, bio entrar a la dicha doña María en la cuadra del reçeuimiento donde el dicho ynquisidor tiene su cama y cerrar la puerta tras de sí".
En su acusación Góngora no repara en detalles. Cuenta que el inquisidor tenía a doña María más de veinte días en un aposento que llaman la Torre donde la entraban por una escalera falsa y que para tener correspondencia con su aposento hizo romper a costa del rey la muralla de nueve pies de ancho. Y prosigue: "quando el dicho inquisidor dormía con la susodicha doña María lo echaba él de ver en quatro y seis camisas que abía él mudado la noche y estaban tendidas a la mañana en el terrado para enjugallas del sudor, donde hallaba en las delanteras de las dichas camisas las inmundicias y suçiedades hordinarias de semejantes actos, como lo dirá el dicho Áluaro de Vargas".
El texto encontrado puede suponer una venganza del poeta contra el inquisidor, porque años atrás Góngora había sido amonestado por su poca observancia de los deberes eclesiásticos como racionero de Iglesia, mientras se le veía asistiendo a teatros,tertulias, corridas de toros y espectáculos profanos.
El escrito de unas diez páginas tiene importancia para los estudiosos de Góngora por el tema que trata, el lenguaje que utiliza y por tratarse de un texto de juventud, ya que la mayoría de los autógrafos encontrados del poeta son de su etapa de vejez.
El manuscrito ha sido digitalizado y reproducido en una edición facsímil, con su transcripción, y un texto de la propia Amelia de Paz en el que señala que "todo aficionado a los archivos sabe que en ellos quien busca halla, pero por lo general lo que no busca".
FUENTE: cadenaser.com



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