miércoles, 26 de junio de 2013

"LECCIONES Y MAESTROS": GISBERT, MOLINA Y FABRA

PABLO HOJAS
Joan Manuel Gisbert, Mª Isabel Molina y Jordi Sierra i Fabra han protagonizado la VII edición del ciclo Lecciones y Maestros, organizado por la UIMP (Universidad Internacional Menéndez Pelayo) y la Fundación Santillana, en el marco incomparable del palacio de la Magdalena y se han despedido con buen sabor de boca, de hecho, Sierra ha destacado que “por fin ha habido hueco para los representantes de literatura para niños y jóvenes ”.

RESUMEN DE LAS PONENCIAS

Joan Manuel Gisbert

Vía Biblioteca Ies Infanta Elena
(Jumilla)
El escritor catalán fue el encargado de inaugurar el VII ciclo Lecciones y Maestros. En su intervención, Gisbert (Barcelona, 1949) aseguró que la literatura infantil y juvenil es “un campo sometido a una valoración menor pero hay muchos escritores que nunca sabrán la dicha que es para un escritor que sus libros sean leídos por niños”. Pese a esa poca consideración de algunos hacia un género que acompaña a niños y jóvenes en su transición al mundo adulto, el escritor catalán reivindicó su importancia: “Los libros que escribimos siguen circulando y reeditándose. En el mundo literario adulto no hay obras que alcancen tal permanencia, a no ser que entren en el Olimpo de los clásicos. Esa es una de las recompensas que tenemos”.
Alabó a las mentes abiertas de los más jóvenes, que no hacen ‘ascos’ a un género porque sí  y defendió los libros frente al ocio multimedia que impera en los últimos años. “La lectura literaria es un acto de creación artística compartida. Ninguna obra narrativa alcanza su completa magnitud hasta cada una de las miles de veces que un lector o lectora franquean la puerta de entrada de un libro y siembra en su ser todas las sugerencias que le da el texto. La lectura es insustituible, la historia leída se desarrolla en el interior del ser, no en una pantalla. Y es que el libro necesita al lector desesperadamente”.


Mª Isabel Molina

Vía IES Legio VII
A María Isabel Molina, sus hijos le dicen: “Mamá, hablar contigo es como leer el ‘Hola’ del Renacimiento”. Y aunque bromean, tienen su punto de razón porque las obras de esta autora madrileña permiten al lector viajar a otras épocas con sólo pasar las páginas de un libro.

Cultivó todos esos conocimientos a través de clásicos y todo tipo de libros, porque su voracidad lectora le llevó a leer desde La Divina Comedia hasta el Corán. “Leía tanto que el primer día que fui al cole, la maestra pidió a las niñas que contaran un cuento. Una eligió Blancanieves, otra Caperucita y yo, que me meto en todos los charcos, les conté la conquista de México”, aseguró durante su intervención en Lecciones y Maestros.

Del “perder el tiempo leyendo” e inventar “aventuras” con los personajes de otros, pasó a la acción y  empezó a construir sus propios personajes y hazañas. Y todo porque “el mundo está lleno de historias” y por “una necesidad de contar, de poner por escrito eso que te quema por dentro”, explicó.

En cuanto a lectura de los más pequeños, la escritora destacó la importancia de “que se diviertan” puesto que, si no, los niños no aprenden a “usar la herramienta, y solo juntan letras, que es una cosa distinta de leer”. Asimismo, Molina resaltó que los profesores deberían “convertir la lectura en un premio, y no en una tarea más”. Muchas veces, aclara Molina, los profesores simplemente dicen qué libro o libros deben leer los alumnos, piden comentarios escritos o hacen encuestas o evalúan, “pero no motivan su lectura, no lanzan un señuelo”. Si no se motiva, agrega la escritora, significa que se está ejecutando mal el plan lector.

Jordi Sierra i Fabra
Vía revistadeletras.net

Cuando Jordi Sierra i Fabra era niño, sus héroes (el Capitán Trueno, Rip Kirby o Flash Gordon) vivían en mundos de papel. En su intervención en esta cita internacional de la literatura en español, el escritor catalán echó la vista atrás y recordó tiempos difíciles. Aquellos en los que imitaba a sus ídolos y  se ponía una armadura imaginaria para poder habitar en su mejor refugio: la literatura.

Su inmensa imaginación le llevó a escribir cuentos, cómics e incluso crear sus propios pasatiempos.

Sierra i Fabra considera que si el profesor o los adultos en sus casas no utilizaran los libros y la lectura como un castigo habría más lectores. Por eso recomienda que “el libro debe usarse en la formación pero no se debe confundir con las matemáticas, las ciencias u otras asignaturas”.

Lo importante es leer. Incluso esas novelas de moda. A Sierra i Fabra le da igual lo que lean los muchachos, no se opone a esos géneros populares o denostados por la crítica: “Las modas pasan y los jóvenes ya tendrán tiempo de elegir sus verdaderas lecturas y saber lo que es bueno. Es preferible que lean algo a que no lean nada”.

Con 400 títulos a sus espaldas, Sierra i Fabra reconoció que ni siquiera el paso de los años le ha quitado las ganas de escribir: “La pasión creativa te come por dentro y sin pasión, no hay nada”, sentenció.


Estos tres “creadores de historias” –como los define Gisbert– seguirán enseñando a los más jóvenes cómo es el mundo a través de aventuras y personajes. Eso sí, al preguntarles qué les gustaría contar, Molina lo ha tenido claro: “Si hay que elegir, me gustaría contar una peripecia de esperanza. Lo que representó la Constitución de Cádiz, La Pepa, en un momento de crisis peor que la actual”.

FUENTE: UNIVERSIDAD INTERNACIONAL MENÉNDEZ PELAYO

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